sábado, 26 de enero de 2013

26 de Enero

Estoy en Valladolid. No me quejo en absoluto, aquí soy feliz. La gente suele preguntarme porque...
No es que no me guste mi cuidad, si no que la gente es algo diferente... Miento. Hay un abismo descomunal entre unos y otros. Aquí puedo ser yo misma, puedo darle besos, abrazos y decir te amo a todo el mundo sin resultar una pesada o una chica que quiere ligar con todos. Aquí si estás loca y buscas diversión eres normal, allí si eres loca y te ríes de todo como es mi caso, pues eso, te llaman loca y te miran raro.
Aquí no hay la estúpida moda de las ``Vans´´, ni todas las chicas llevan cámaras reflex de la marca Canon, aquí cada uno se viste como le da la gana y no le importa en absoluto si a la gente le importa o no.  Aquí no se pasan el día haciéndose fotos para el tuenti, ni intentando ser el centro de atención.
Vale, aquí hacen más veces botellón, pero al menos saben beber no como los de mi cuidad que en el magosto algunos se calleron por un barranco ¬¬" 
Quizás aquí los chicos sean un poco más salidos, pero repito, aquí la gente hace lo que quiere sin importar las opiniones.
Aquí la gente grita por que le mola, allí la gente grita y mira a los lados para ver si ha captado la atención de alguien.
Aquí me siento cómoda, puedo reír con mi estúpida risa y que se rían conmigo, puedo cantar con mis amigos sin tener vergüenza, puedo pensar en voz alta a gusto sabiendo que valoran lo que digo y me contestan con sinceridad...
Sigo pensando que hay un abismo entre los Orensanos y mis amados Vallisoletanos.





Aclaración: Me gusta mucho Orense, cuando he escrito esto lo he hecho en general no hablando de personas en cuestión, y no odio a los orensanos, muchos de ellos son geniales y los quiero con locura.

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